Parc de Cordelles. Cerdanyola del Vallès (Barcelona)
En colaboración con los autores Lluís Jubert y Teresa Galí-Izard.
La propuesta aprovecha el carácter de jardín privado abandonado (antigua zona de recreo para empleados de la empresa Uralita) y se mantiene para su recuperación, adaptándolo a los nuevos usos requeridos por el Ayuntamiento. El parque es ahora el jardín de las sensaciones, un espacio abierto al público que invita a quedarse, dentro de esa envolvente vegetal donde se pueden encontrar diversos recintos.
A partir de las exigencias vegetales del lugar, éste se regenera para contener las nuevas actividades y, el hecho de que las especies vegetales originales todavía estuvieran vivas, nos obligó a trabajar teniendo en cuenta su evolución en el paso del tiempo.
Tras el análisis exhaustivo de la vegetación existente para determinar las operaciones necesarias para recuperar su estado óptimo, se plantea una regeneración con nuevas plantaciones que se diferenciarán, y a su vez, se relacionarán con las existentes, destacando deliberadamente lo nuevo respecto a lo antiguo.
A la larga y con el paso del tiempo, el antiguo jardín se va desvaneciendo y el nuevo perdura.